El pasado mes de junio Liliana Herrero presentó su reciente disco Este Tiempo en Sala Lavarden. Horas antes del concierto, mientras intentaba acomodarse en el tradicional bar “El Cairo” para almorzar con sus músicos, luego de “un recorrido histórico-político” por la ciudad, conversó con nosotros. “Me da mucho gusto caminar por Rosario con mis compañeros de laburo”, comentaba la cantante. “Venir a una ciudad, tocar e irte no es conocerla…ahora yo me estoy dando el lujo de que juego de local…(recorrer) cansa un poquito pero es lindo. Sobre todo cuando vas a una ciudad como esta que es mi patria y puedo mostrar cosas que son muy queridas por mi”.
En esta entrevista, la interprete nacida en Villaguay cuenta cómo armó el disco integrado por composiciones de Luis Alberto Spinetta, Hugo Fattoruso, Guillermo Klein, Juan Falú, Lisandro Aristimuño, Carlos Aguirre, Jaime Roos, Ramón Ayala, Rubén Rada, Edú Lombardo, Diego Schissi y Fernando Cabrera, y en el particpan Juan Falú, Fito Páez, Richard Nant, Edú Lombardo y Ramón Ayala.
Además narra la anécdota de cuando Spinetta le envió su tema inédito “Bagualerita” para el álbum y reflexiona, entre la sonrisa y el asombro, sobre ese lugar que, buscado o no, le ha otorgado la crítica de “filosofa de la música”. “Yo no sé si me atrevería a decir que soy eso. Sí yo hago una reflexión sobre la música que hago, el sonido que quiero, las ideas que se me van ocurriendo. Yo qué sé…sí siento, aunque es incomodo para mi decirlo, que por primera vez la prensa, unánimemente, me coloca en un lugar... (Piensa y se pregunta qué palabra elegir)…privilegiado de algún modo. Pero yo pienso los discos que quedaron atrás y digo “pucha, ya en el 87` con el primer disco, el gesto artístico, estético y de interrogación de los temas era el mismo”.
+ La foto del posteo: facebook oficial de la cantante durante la etapa de estudio del álbum.
+ Sobre Este Tiempo
"Es un disco con un puñado de canciones de autores contemporáneos con los que un canto intenta dialogar. Entonces aparece la memoria de este tiempo porque no es la memoria pensada como una cantidad de eventos sumados sino como un desarreglo del presente por donde brotan restos de un naufragio. A través de estas repentinas rendijas que toda canción posee entrevemos los distintos sostenes de la identidad nacional y los pliegues de la memoria tenaz y exquisita de los pueblos. Este tiempo convulso y promisorio nos llama, a él nos entregamos en el acto de cantar que roza con lo ilimitado de la felicidad".
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