“En este evento va a hablar el objeto de estudio”

Riendo sonoramente y con la gracia pícara que la caracteriza, así se refería la bagualera salteña Mariana Carrizo, a la invitación que le hicieron para participar en Tucumán del Encuentro Regional de Arte Folclórico del NOA, en la mesa “El Folklore en la Copla”. Allí, "desde adentro", brindó sus reflexiones y opiniones junto a Josefina Racedo, Nadia Larcher, Andrea Mamondes, Adelina Villanueva y el poeta Miguel Angel Pérez, el pasado fin de semana.

Como parte del programa "Yo tengo tantos hermanos", y organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación; la Academia del Folklore de la República Argentina y el Ente Cultural de la provincia de Tucumán, entre otros organismos, en el encuentro se realizó también un reconocimiento a Vitillo Ábalos, bombisto de Los Hnos Abalos.

La sancarliña “libre y dueña”, que hasta los cinco años vivió con su abuela en Angastaco, pueblito de los Valles Calchaquíes, rememoraba en la charla que ella la llevaba en la “espalda a pastorear las cabras”. Fue en ese paisaje donde le llegó el canto de las señoras que también cuidaban sus animales: “Respire el aire de sus voces… y siempre tuve una pasión muy fuerte por la copla. Cada vez que yo cantaba me sentía que volaba tan alto como el cóndor mismo. Y la primera vez que canté en un escenario -a los 8 años- me sentí, te juro, mucho más grande que un pájaro. Desde esa vez persigo la sensación por cada escenario que me presento”.

Otros fragmentos de la entrevista:

Quien canta es la que habla

“El tema de la copla en mi caso es muy especial. Está bueno que me hayan llamado, no por mí como artista, sino por la copla en sí. En este caso Mariana Carizzo viene a ser como la copla misma. No lo digo por vanidad esto sino porque yo estoy desde adentro. Y siempre los estudios que se han hecho son de gente externa a esta cultura. La verdad que estoy contenta porque eso significa abrir el abanico mental”.

“Yo lo que tengo es mi vivencia desde la cuna. Yo nací, crecí y emergí desde estas aguas de las coplas, entonces tengo un lugar desde donde recibo a los que vienen a aquerenciarse en esta expresión cultural o a beber de ella. A partir de eso el planteo es la revaloración y la concientización real de este canto del que creo estamos lejos, porque se conoce muy poco del canto de la copla. No es lo mismo que alguien venga a hablar d e tu vida que vos hables de tu vida”.

“El canto de la copla es un canto netamente visceral, que se expresa a través de la voz, y en la mayoría de los casos con el acompañamiento de la Caja. Y expresa el sentimiento de la persona, de una cultura o de un pueblo, porque es un canto tanto íntimo y solitario como colectivo, y que se transmite de generación en generación y trae en sus entrañas una memoria ancestral enorme. Entonces cuando una persona canta una copla no solamente canta sus sentimientos sino el de sus antepasados…Cuando yo canto, como dice la copla, “yo no canto por cantar/ ni por tener buena voz/ canto por desechar penas y dar gusto a mi corazón”.

Los que se arriman a la copla

“La vidalita y la copla van más allá de lo que transmite en el momento. Siempre se han hecho estudios desde afuera. Leda Valladares por ejemplo era tucumana pero no era coplera, era una chica que se interesó por el género y que lo hizo de manera muy responsable. Fue una de las recopiladoras, junto a Isabel Aretz, lograron acercarse a las entrañas reales de los sentimientos de este canto. Juan Alfonso Carrizo también hizo trabajos notables, invalorables, pero desde un mirados, un punto que en el que el permanecía culturalmente que en ese momento era la parte conservadora. Coplas contra la iglesia o groseras no las ponía porque estaban mal vistas, era como que no existían”.

“Cuando la voz se quiebra es una quebradura de alegría o de dolor, se quiebre el sentimiento, no es que cantás una estructura y en ese momento tenés que quebrar la voz. Por eso digo que hay mucho desconocimiento. Aunque creo que los que se acercan a la copla lo hacen con mucho cariño y respeto”.

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