23 oct 2011

Cuando comenzamos a nacer o el talco llegado de Rosario




Charly García cumple hoy 60 años. Siempre me dio alegría sentir que él festejaba un día antes, ya que a mí mañana me llegan los 30. Lo que también me mantiene conectado a una alegría muy sincera y primal es esto que voy a contarles. Tiene que ver con mi pueblo, el pueblo a donde crecí hasta los 18 años y al que a menudo vuelvo por diferentes motivos. El de esta vez son las elecciones. Según me explico, “por colgado”, todavía no cambié el domicilio a Rosario, donde vivo hace ya bastante tiempo. Aunque perciba en algún plano que cierta naturalidad me hace caminar distinto por estas calles, y allá, a orillas del río ancho, el músculo tenso no descansa del todo. Pero vayamos a la música.

El semanario local “La Nueva voz”, publicó el miércoles 27 de octubre de 2010: “Por culpa de los jóvenes de Vedia, Sui Generis fue lo que fue”. Dicen que los mitos nos ayudan a nacer y creer en algo ¿no? Transcribo la nota.

“En el año 1969, unos jovencitos que integraban un desconocido conjunto denominado Sui Generis, fue contratado para actuar, como soporte, en un baile de Vedia. Aquel grupo estaba integrado, entre otros, nada menos que por Charly García y Nito Mestre. Lo hacía también Carlos Piégari a quién –y de acuerdo al periodista Carlos Polimeni- los jóvenes de Vedia lo abuchearon, marcando su deserción del grupo. Es así como, a partir la presentación en Vedia, Sui Generis fue Sui Generis con el histórico dúo de Mestre y García. A pesar de las consultas que realizó La nueva Voz, es poco y nada lo que se ha podido avanzar para recordar aquella presentación. Sólo hemos conseguido, hasta el presente, vagos recuerdos”. Aclaro yo. Esos recuerdos son de todas personas que deben rondar los años de Charly. Volvamos a la nota y su coro de voces hundiéndose en el pasado.

Eduardo “Lalo” Elguea

“Uno de los primeros en consultar (el semanario) fue a Eduardo “Lalo” Elguea quien, junto a otros adolescentes, integraba el conjunto The Dangerous. La lógico era que, si andaba en la música, bien podría haber reparado en aquel “desconocido” conjunto que vino de Buenos Aires. “Lalo” tiene una vaga idea, un lejano recuerdo el que, justamente por muy lejano, no puede asegurar que sea la que realmente aconteció. En el recuerdo de Elguea se encuentra una comisión de jóvenes muy activos que se desenvolvían en el club Sarmiento. Las nuevas ideas de aquellos jóvenes los llevó a hacer algunos bailes en la pista (sector ubicado entre la cancha de paleta, pileta de natación y el actual gimnasio). Como gran novedad, instalaron en el medio una pista de baile cubierta totalmente de talco.

“Lalo”, que estaba haciendo cuarto año del secundario y tenía callos en los dedos de tocar el bajo, concurrió a algunos de aquellos bailes. En uno en particular, cree recordar a unos jóvenes que vinieron de Buenos Aires –quizás haya sido Sui Generis- que hacían un rock muy particular y no la denominada por aquellos años como “música comercial” (bailable y pegadiza). No recuerda qué sensación le produjeron. En cambio sí tiene presente al conjunto estrella que se llamaba The Lyon y que, cree, eran oriundos de Chivilcoy o un pueblo cercano.

También cree recordar que aquel conjunto desconocido –que bien pudo haber sido Sui Generis- pernoctó en el hospedaje de la familia Hernández ubicado frente a la estación de trenes. Sobre la calle –de tierra, por supuesto- estaba estacionado un Citroen ¿Sería de Sui Generis o, acaso, el de Piringo Quinteros?

Arnoldo Verdún

“Arnoldo “Negro” Verdún fue uno de los integrantes de aquel grupo de jóvenes sarmientistas que, entre otras cosas, organizó aquellos bailes con pista de talco: “Una de las complicaciones que se nos presentó –comentó Verdún- fue donde comprar tanta cantidad de talco y a un precio razonable. La farmacia Villegas nos lo dejaba a precio de costo, pero hacía falta tanta cantidad de bolsitas que igual se hacía imposible su compra por más baratas que estuvieran. No recuerdo cómo, me contacté con una empresa de Rosario que fabricaba talco. No era el perfumado, sino uno similar al que usaban los gomeros para ponerle a las cámaras cuando se armaban las ruedas. Ese talco industrial sí era razonablemente económico”. Esos bailes, siguió relatando Verdún, tuvieron mucho éxito. “La gente (los jóvenes) nos divertíamos mucho”. Los bailes con pista de talco también lo organizó gente de Alem y de Alberdi en sus pueblos.

“En una oportunidad –refiere Arnoldo- teníamos que elegir la reina del club. Había varias postulantes, todas hermosas. Quisimos inventar algo distinto y no se a quién se le ocurrió la idea que la elegida saliera de los vestuarios de la pileta y se trasladara en bote por la piscina hasta la cabecera, es decir la parte más honda. La pileta estaba muy bien decorada, había globos por todos lados, ramas y plantas a los costados”. De Sui Generis, el Negro, no tiene ni idea. “No era yo el encargado de la contratación de los orquestas ¿quién era….? quién era…? Lamentablemente no me acuerdo”.

Josengo Loeda

“Un grupo de jóvenes sarmientistas decidimos por aquellos años ’60 constituirnos en una comisión más o menos formal. En realidad siempre habíamos trabajado pero en forma individual y esporádicamente. Había mucho para hacer y colaborar con el club así que integramos una subcomisión de fiestas. Hacíamos matinée y otras actividades. Los primeros y durante el invierno fueron el salón de actos pero para el verano comenzamos a usar la pista ubicada entre la cancha de paleta, la cancha de tenis y solar donde hoy está el gimnasio. Con el dinero reunido, acomodamos el salón y también hicimos el escenario en la pista.

Aquellos bailes de la pista –antes ya se habían hecho otros, por supuesto- tuvieron mucha concurrencia. En una oportunidad, a alguno de nosotros, se le ocurrió la idea de hacer una pista de baile, un rectángulo, llena de talco. Fue un éxito bárbaro. En cuanto a la contratación de los conjuntos musicales, no era mi área. Es probable que el que haya andado en eso fuera Alberto Giorgi quien trabajaba en la Semillero Gómez. Por aquellos años de fines de los ’60 el presidente era don Raúl Lavari”.

Norma Verdún

“Norma Verdún también integró aquella comisión. Recuerda aquel tiempo con mucha alegría, por la camaradería existente entre los jóvenes sarmientistas, pero también por “¡cómo nos divertíamos!”. “Pasó tanto tiempo que ya no me acuerdo los conjuntos musicales que vinieron” haciendo referencia a Sui Generis. En cuanto a los integrantes de aquel grupo juvenil, dice Norma Verdún que “habría que hacer memoria y husmear en los libros de actas. Éramos muchos. Algunos estábamos siempre, otros venían y colaboraban. En estos momentos, así de apuro, recuerdo a Dolly Debonis, las chicas Mauriño (Mirta y las primas Yurescia), los Cafa, los Loeda (Josengo y Negrucho) y tantos más. Creo que también estaba Tito Varvasini, uno de los Badalá.... El presidente del club era Raúl Lavari”.

Volviendo sobre el tema de Sui Generis, Norma Verdún dice no recordarlos pero en cambio sí, tiene alguna referencia en su mente sobre el conjunto principal de aquel baile. Ella cree que no era “The Lyon” sino The Lion ya que uno o dos de sus integrantes tenían ese apellido”.También le parece recordar que aquel conjunto era de Chivilcoy”. Lo cierto es que después de apelar a estos testimonios para reconstruir la presencia o no de Sui Generis en Vedia el diario terminó por pedir ayuda: “Nota de la Redacción: Quizás algún lector haya sido partícipe de esa comisión o haya estado en aquel baile memorable donde actuó el mítico Sui Generis. Si es así, le solicitamos que se comunique con La nueva Voz”.

Cambiarse de ropa

Esta nota que ahora comparto la leí en la casa de mi viejo en alguna de las visitas que le hice hace poco. Después de comer el asado, en un momento de la sobremesa, no había mucho punto de dialogo fluyendo así que me senté a leer diarios y revistas viejas que se apilaban por ahí. Tras algunas páginas de uno de los diarios me detuve con mucho interés en la nota sobre Sui Generis y enseguida lo hice participe. El tipo se refirió de nuevo a lo que ya me había narrado innumerables veces y, a decir verdad, siempre me llenó de orgullo. “Nahh, eso está equivocado –arrancó-, ahí dicen que pararon en lo de Hernandez (“pernoctó en el hospedaje de la familia Hernández”) y pararon en lo de Álvarez”.

Los Álvarez son una familia de “muy amigos” de mi viejo. Él define de ese modo a casi todo el mundo, aunque en este caso creo que es así. De los hermanos Álvarez siempre resonaron más en mi casa los nombres de Carlitos, Rodolfo y Teresa. Carlitos, que murió hace un par de años, era (¿o es?) el padre de una amiga de mi hermana y conserje del club Atlanta durante mucho tiempo. Ahí pasamos con mis amigos largas noches jugando campeonatos de pool o tomando algo antes de ir a bailar a “El Reino”. Rodolfo era un tipo que como tantos participó activamente en la militancia política de los setenta y es una de las víctimas de la última dictadura militar. Mi viejo siempre contó que él se salvó de pedo porque se volvió para el pueblo un día antes que les reventaran la casa de La Plata a los chicos, y que inclusive se trajo un bolso con ropa sucia de Rodolfo para que le laven en su casa. Al otro día de llegar a Vedia fue a llevarlo y se empezó a enterar de la noticia. La otra hermana es Teresa, que también murió hace poco, y era cosmetóloga y además la pareja de baile de mi viejo. Se anotaban en todos los concursos y a veces ganaban.

La cosa es que Joaquín Álvarez, el padre, tenía el Diario Alberdi y la imprenta en una esquina tradicional del pueblo que aun pertenece a la familia. El hombre, que había heredado el diario en los 30’ en Alberdi; un pueblo a 30 km de Vedia, se podría decir que era peronista de izquierda y debido a eso se lo cerraron varias veces. Durante el peronismo de Perón, después del golpe del 55, y la última vez; dos semanas después del golpe del 76. Él estuvo preso como un año también en esa época. Por formar parte o estar en política y ligado a la cultura, por su casa orbitaban algunas personas de la ciudad ligadas a ese mundo y también las visitas. Es así como mi viejo me ha dicho alguna vez que le hizo un asado a Horacio Guarany. Pero ese es otro cuento.

Con respecto a Charly mi viejo siempre contó que ese día en que actuaban en el club Sarmiento la casa de Alvarez estaba llena de gente, entonces se dividieron y algunos músicos se fueron a su casa a cambiar para el show. Él vivía enfrente, en diagonal, donde su padre tenía la casa de repuestos “Casa Maison”, sobre la Av 25 de Mayo. Vaya a saber uno por qué decisión del destino fue Charly el que terminó en su habitación poniéndose “unos jeans medio rotos, una musculosa blanca y un saco con lentejuelas”, como siempre lo describió mi viejo. Después el concierto y lo que narra la nota de La Nueva Voz que leí ese mediodía.

Hoy, para escribir lo que escribo, busqué en el blog del semanario la nota antes citada y me encontré con una más que es increíble. Publicada un par de semanas después, el miércoles 10 de noviembre de 2010, la nueva alusión a la presencia de Charly y Nito en Vedia parece que no se trataba de un simple mito sino de un hecho real corroborado por el propio García en las páginas de la literatura sobre el Rock. El semanario de Guillermo dice: “Confirmado: Sui Generis actúo en Vedia”. Hace unas semanas La nueva Voz publicó una nota donde se hacía mención que Sui Generis, en sus comienzos, hizo una presentación en la ciudad de Vedia según lo publicado por el periodista Carlos Polimeni en el diario Clarín, nota que reproducimos. De cualquier manera pese a distintas averiguaciones no pudimos dar con alguien que pudiera certificar la versión, por lo que hicimos un llamado abierto a quien pudiera sumar algún dato concreto.

Ahora uno de nuestros lectores, Bethman Capalbo, nos remitió por correo electrónico un párrafo del libro “No digas nada (una vida de Charly García)”, escrito por el periodista Sergio Marchi, en editorial Sudamericana, donde confirma que Sui Generis pasó por Vedia”. El párrafo en cuestión me había sido revelado por mi amigo Mauro hace algunos años atrás mientras estudiábamos alguna materia para Comunicación Social y él andaba con ese libro en la mochila. “Durante esa etapa, Sui Generis tocó en colegios y en algunas ciudades chicas de la provincia de Buenos Aires. Algunos recuerdan con cariño el show en Vedia, provincia de Buenos Aires, como Charly. “Era la época en que nos íbamos a los pueblos del interior en tren con los equipos y la batería. Entonces llegábamos y el dueño del lugar nos pedía que nos cambiáramos la ropa. Como no teníamos otras pilchas, lo que hacíamos era cambiar la ropa entre nosotros. En esa época, nos tiraban de todo”.

La Nueva voz, por si quedan dudas ratifica: “De esta manera queda confirmado, a la luz de los testimonios periodísticos, que Sui Generis tocó en Vedia en sus comienzos. Igual la convocatoria a los lectores queda abierta, no perdemos las esperanzas de poder encontrar a alguna persona que aporte más datos”. Creo que Charly a los 60 tampoco perdió las esperanzas y que también sigue buscando. ¡Gracias por la música. Feliz cumpleaños!

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