Las canciones del Berna parecen estar hechas para los que mañana vuelven a laburar pero no pudieron quedarse a la noche. Del Berna gusta lo desvencijado, esa voz de caminos polvorientos, y sus melodías tambaleantes. Parecen hechas volviendo a casa de madrugada, justo a la hora en que la prolijidad no existe.
Entre una utilización propia del lunfardo y un par de acordes, Berna y sus compadres brindan por la suerte, cantan la tristeza dulce de los drunkers, e invitan a seguir bailando hasta por los amores perdidos.
En tanto la banda toca los chicos del pueblo quieren siempre ganar. Tango de refilón, folk con cuerdas curtidas, y rock de sangre rabiosa, hacen del Berna un corazón para ir a escuchar.
Después de trotamundear durante un año hasta las tierras Méxicanas de su imaginario, el Berna tocará esta noche a las 22 hs en el Café de la Flor (Mendoza 862). Con Canito en primera guitarra; Danilo en bajo y Chicharra en batería y percusión, repasará repertorio de su ex grupo Los Hijos de la chingada y de su disco solista: “Mostrando la Hilacha” (2005).
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