Cerca de las diez de la noche del sábado aparecieron de cara al público sobre la entrada al escenario dos conductores “de radio”. El licenciado Marrapodi y su compañero Orestes abrieron el programa que vendría a hacernos escuchar “A Cada Santo una Vela”.
Anunciando que estábamos oyendo la 101.9 Radio Wuoowing (según la fonética oída a Marrapodi) empezaron a desandar un guión que celebró el público presente desde sus butacas. Colmado de gags, celebres frases sobre el arte, y alusiones al percusionista, su música y el disco que nos convocaba, los conductores de espíritu clownesco lograron aportarle comicidad y sorpresa al concierto.
La interpretación de los temas estuvo divididas en bloques finalizado los cuales se sumaban nuevamente Orestes y Marrapodi para hacer de las suyas, interactuar con el público y hasta con el propio Carlo que simuló responder una conversación telefónica con “el programa” parado en su set de percusión ubicado al medio del escenario.
Acompañado de algunos de los músicos que grabaron en el disco, Seminara mostró sus composiciones y se dejó ver al final del show contento y emocionado por lo vivido. El grupo estuvo integrado por él en tumbadoras, timbales, otros instrumentos percusivos, samplers y scratch, más teclados, saxo, una línea de tambores, cantantes y coristas, bajo, y guitarra.
En la radio verdadera
El viernes nos visitó Carlo al programa con quien fuimos escuchando “A cada Santo una Vela” tema por tema. En la entrevista charlamos sobre el álbum, sus rítmicas, colores, tímbricas y texturas. Sobre el imaginario que sustenta el trabajo, construido en base a folklores argentinos y del mundo, junto a músicas como el jazz, funk y rock y las citas desde los samples y loops a frases de ex presidentes argentinos (Menem, Duhalde, Alfonsín y De La Rúa). Para compensar también aparece la voz de Atahualpa Yupanqui que, si se quiere, puede neutralizar las malas intenciones de los que le hablaron en vano al país y ahí están condenados, presos de sus palabras.
Formas de tocar música africana, referentes y reflexiones sobre el canto y la percusión, los invitados y la mirada personal de Carlo: “La idea era que a través de la percusión, de los ritmos, o de un sonido, ir uniendo estilos diferentes y que el disco te valla paseando por distintos lugares. Un poco el nombre (A cada Santo una Vela) se refiere a eso. Y la cosa es que el disco pueda ir de lo brusco a lo sutil cuando sea necesario. A mí me gusta que haya un hilo conductor que te vaya llevando”
La nota completa.
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