Franco Luciani sonrie en la foto junto a Federico Lechner. Podría decirse que no se puede quejar, y no se queja. Pero tambien podríamos comentar que mientras se escribe esta nota haya encontrado motivos para hacerlo. Según avisó por mail le acaban de robar por estos días un maletín con 9 armónicas de distinto tono. De igual modo su misiva electrónica dista bastante del mal humor, por el contrario, se limita a decir a amigos y conocidos que, de saber algo, le avisen. Por lo demás sus días actuales están colmados de proyectos, música y viajes.
Después de arrancar el año como “Consagración del Festival Nacional de Folklore de Cosquín en su edición de oro”, lo que para Luciani “fue un quiebre, el cierre de un ciclo desde de la revelación en el mismo escenario de 2002”, participó en la China de la Expo Shangai, y tocó en Francia y Bélgica, en Vancouver, donde se hicieron los XXI Juegos Olímpicos de invierno, en Perú, Chile y en Octubre visitará por tercera vez en el año el continente Europeo.
Entre los tantos conciertos que viene dando, hace poco presentó en Rosario su reciente disco “Falsos Limites” grabado junto al trío de Federico Lechner, pianista argentino radicado hace 25 años en España y que desde hace 10 años lidera una formación jazzística que fusiona ritmos y melodías del universo del tango. Tocan allí Javier Martínez en batería y Carlos Álvarez en contrabajo.
Después de un encuentro surgido por el acercamiento de Lechner al escenario donde tocaba Luciani en la “Expo Zaragoza”, los músicos generaron un vínculo que los llevó a tocar en Argentina y España y grabar el disco en 2009. “Es un disco que se dio de manera progresiva… en la primer gira que yo hago a Europa en 2008, que allí compartí conciertos con Mercedes Sosa, esa fue la última gira de ella allá, y también con Mavi Díaz haciendo el homenaje a su padre Hugo (Diaz – armoniquista). Ese viaje me llevó a Expo Zaragoza. Y bueno, se ve que Federico había tocado con su trío de jazz y me escuchó y se acercó. Después del show me visitó al camarín”, narraba el armoniquista.
A pesar de que ambos tenían referencias mutuas, la relación musical entre los argentinos surgió en suelo español pero se consumó en Buenos Aires. “El vino acá con su trío y estuvimos en Jazz&Pop y Jazzología. Yo ahí tocaba de invitado en un par de temas con el trío de tango-jazz que él tiene y se daba una química bárbara. En esos días yo le comenté que volvía a Europa y el me dijo “porque no hacemos una semana en el Café Central”. El Café Central es el club más importante de jazz de España, en Madrid. Incluso uno de los más importantes de Europa. Está abierto todos los días desde hace 25 años y van músicos de todo el mundo. La particularidad del lugar es que cada propuesta toca todos los días durante una semana. Después de esa semana de tocar nos metimos a un estudio y grabamos sin saber cuando iba a salir el disco”, explicó Luciani.
“Falsos Límites”, grabado en estudios madrileños, contiene un repertorio que combina tango, jazz y folklore entre composiciones de Lechner, Luciani y algunos clásicos argentinos. El resultado es una exquisita mixtura entre el trío de Jazz (piano, contrabajo y batería), y la solvencia instrumental de Luciani, que con su armónica despliega climas de amplios matices. Hay lugar para que el grupo toque fervientemente o para que el pianista y el armoniquista dispongan de sus solos. “En el jazz tenés la libertad de que los temas nunca son lo mismo. Pero la intención era buscar el equilibrio. No el mero hecho de poner un tema de tango o folklore y después zapar como si fuéramos músicos de jazz. La idea es que el lenguaje de la música argentina no se vaya”.
Cuando uno repasa tu carrera discográfica, más allá de los discos propios, participaste como invitado en muchas grabaciones. Pensaba que eso habla del lugar que ganaste en la música argentina. Es muy amplio el abanico de participaciones.
Si, es tan amplio, y esto lo digo con mucha alegría y orgullo, que hasta yo le perdí el rastro. En participaciones he superado los 50 discos. Aparte muy amplio de géneros, eso es muy lindo para mí. Haber trabajado con Salinas, Aznar, después tocar con Eva Ayllón, yo creo que muchos gustos me di, hasta con tocar Divididos, con Lila Downs. Eso refleja la música que escuché de pibe que fue muy amplio el espectro
¿Ahí en tu casa se escuchaba mucho, se ponían varios discos?
De todo, de todo. Mi viejo me enseñó a escuchar desde Jimi Hendrix hasta Vivaldi. Música argentina y jazz; de todo, y mi vieja la parte más litoraleña. A la larga eso esta bueno porque cuando tocas sale natural…el tango de más grande, pero el folklore de muy pibe. La verdad que como si hubiese nacido en un patio en Santiago. Cuando tenía 4 o 5 años tocaba el bombo arriba de los discos de Don Sixto o de Los Arroyeños. Bien sabemos que Rosario es una ciudad muy rockera y muy tanguera más que folklorista, pero tuve esa suerte de encontrarme con eso de muy pibe.
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